Revista Consolación Nº 129
Enero - Marzo 2019
PEREGRINOS....
Hace ya unos meses, veíamos como al año 2019 daba la bienvenida un final del
2018 marcado por las fiestas de Navidad. Y claro, como cada año, los colores, tonos, músicas, sabores y olores tan diferentes de estas fiestas pretendían esconder el Misterio de esa alegría que siempre queremos rescatar de la superficialidad.
Y entre el bullicio de las fiestas, las noticias en Europa nos iban recordando que
un barco con personas migrantes a bordo- y no era un caso aislado-, vagaba por
el Mediterráneo a la espera de que algún país abriera su puerto y pudieran ser
acogidos dentro sus fronteras.
Al mismo tiempo -y por poner solo algunos ejemplos- conocíamos impotentes
las condiciones lamentables de vida de la fila interminable de mejicanos que
esperaban en la frontera de Estados Unidos para poder entrar en el país, que les
podría proporcionar un futuro mejor, antes de que un infranqueable muro les
quitara toda posibilidad.
Y ahora seguimos estupefactos ante la huida masiva de venezolanos hacia la
frontera con Colombia y los países vecinos y a otros más lejanos, desesperados
por la situación de injusticia y de falta de futuro. La Revista Consolación recoge el
testimonio de uno de estos jóvenes que ha tenido que salir de Venezuela, y en él
constatamos lo que la juventud tiene de audacia, de lucha, de fortaleza, de fe y de esperanza.
Los olores, las músicas, los tonos, las expresiones, tan diferentes en estas
circunstancias vitales, nos hablan de Misterio, ese que en Navidad nos muestra
el amor de un Dios que aceptó hacerse uno de entre nosotros, llamando
a muchas puertas para nacer, pues quería compartir nuestros sufrimientos,
nuestras esperanzas, nuestros expectativas, nuestros caminos y que, al final de la Cuaresma que ya hemos iniciado, lo veremos cargar con el pecado y el dolor de la humanidad para resucitarlo con Él.
Este primer número del año de la Revista Consolación también se
hace eco de la Jornada Mundial de la Juventud que se ha celebrado
en Panamá y con la que miles de jóvenes han vibrado y han sentido
el deseo de construir Reino con el Señor.
La Familia Consolación, desde la plataforma de la Revista, tiene la
oportunidad de seguir compartiendo experiencias que nos ayudan
a vivir el Carisma que hemos recibido, a dar gracias por él y a poner
al servicio, desde el compromiso, la riqueza que supone.
“Ponerse al servicio de los demás no significa solamente estar listos
para la acción, sino que también hay que ponerse en diálogo con Dios, en actitud de escucha, como lo hizo María”.1
Como tantos hombres y mujeres en nuestro mundo seguimos como peregrinos,
buscando la presencia de Dios en nuestra vida, escuchando su Palabra,
poniéndonos al servicio de los demás, compartiendo la riqueza de su Vida en
nosotros.