Por las calles de Reus y Tortosa, confundida entre la gente, iba María Rosa con corazón y ojos abiertos, nada le era indiferente, reconocía y acogía el grito silencioso y expresivo del que necesita consuelo. Arriesgada y valiente no vacila en actuar en favor de los más necesitados. Se siente defensora del que injustamente es despojado de sus derechos y maltratado en su dignidad.
Las hermanas, inspiradas en esta accion de María Rosa Molas, a los largo de la historia abren Obras Sociales.