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13 Abril 2016
Ser hermana
Nadie nace hermana de la Consolación, cada una tiene su historia y sus razones personales, diferentes, para cada Hermana que la han llevado a la Congregación. Eso sí, coincidimos en una cosa: en un momento dado, nos hemos sentido llamadas por Dios a seguir a Jesús en la vida religiosa según el carisma propio de la Consolación, y tratamos de responder cada día en la medida de la generosidad que Dios pone en nosotras.
Dios llama a la vida. La vocación es un don gratuito de Dios a todo ser humano para una misión. Y a algunas personas Dios las llama a la vocación específica de ser instrumentos de misericordia y consolación.
DISCERNIMIENTO
Todo cristiano, en algún momento de su vida, debería considerar ante Dios cuál es su vocación. En todo caso, la vida religiosa requiere una profunda convicción personal y un gran deseo de ofrecer la vida a Dios y a los demás.
¿Cómo puedes saber si Dios te llama a ser hermana de la Consolación? Si estás pensando en esta posibilidad, deberías darte un tiempo para discernir esta inquietud vocacional. Nosotras te podemos ayudar a hacer este camino mirando que no te engañes respecto a la autenticidad de tu vocación.
Actualmente tenemos en España el noviciado en Valencia. Compartimos la formación con el noviciado intercongregacional. En verano las novicias pasan un tiempo en la Casa Madre, junto al lugar fundacional de la Congregación.