Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación

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FT 55
03 Febrero 2021

Fratelli tutti 55

Nº 55 FT: «Os invito a la esperanza que nos habla de una realidad arraigada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y de los condicionamientos históricos en que vive»  Nos habla de una sed, de un anhelo de plenitud (…) lo que llena el corazón y  eleva el espíritu hacia cosas grandes como la verdad, la bondad, la belleza, la justicia y el amor  (…) La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal… para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna»


En estos tiempos que nos está tocando vivir, la pandemia que azota a la humanidad, el horizonte desalentador de tantos problemas y daños  “colaterales”, que nos está dejando el covid-19, a niveles económicos, de relación, de movilidad humana… necesitamos más que nunca una luz que ilumine nuestro día a día, que nos dé razones para la esperanza.

 

Jesús se nos hace presente y nos ofrece como la esperanza que necesitamos

“Yo soy la Luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas” (Jn 8, 12)

Él es quien puede dar sentido a nuestros anhelos y esperanzas, el que puede calmar todas las sed que se nos presentan,  el que responde a tantos interrogantes y necesidades de dicha y felicidad que todo corazón humano esconde. 

“Yo soy la resurrección y la vida”  (Jn 11,25)

Hay, pues, una nueva esperanza para nuestras vidas, una nueva razón para alegrarnos y gozar de nuestra existencia terrena. Ya no es, pues, el tiempo de la tristeza y de la angustia, sino de la alegría y la esperanza; la vida adquiere un nuevo sentido

 

Creer que Jesucristo es nuestra esperanza, es aprender a “dar la vida”, el tiempo, nuestras fuerzas y tal vez, nuestra salud por amor.

Apoyándonos en Jesús, intuimos, deseamos y creemos, que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el anhelo de vida, de justicia y de paz que se encierra en el corazón de la humanidad y de la creación entera.

 

 Desde ese convencimiento de que Jesús es la Luz que ilumina nuestro camino, somos capaces de ser  “audaces,  saber mirar más allá de la comodidad personal (…) abrirse a los grandes ideales que hacen la vida más bella y digna”.

¡Caminemos en esperanza!
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