23 Noviembre 2021
Fratelli tutti 272
En nuestro recorrido por la Carta Encíclica del Papa Francisco, Fratelli Tutti, que a grandes rasgos hemos realizado desde el mes de enero, llegamos al final del año 2021 y al final del propio documento. No hemos pretendido más que hacer una lectura conjunta, a la luz del Evangelio, de este hermoso regalo que el Papa ha hecho a la humanidad, con el profundo deseo de animarnos a conseguir el deseo del mismo Jesús “Que todos sean Uno, Padre, como Tú y Yo somos Uno” (Jn 17,21) y que tan bellamente el Papa ha glosado desde el inicio, ya con el título de la Carta. Fratelli Tutti, Todos Hermanos.
El Capítulo Octavo y último, va dirigido a LAS RELIGIONES AL SERVICIO DE LA FRATERNIDAD EN EL MUNDO, porque “Las distintas religiones, a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad (…) FT271
Una vez más invitamos a leer con calma y atención todo este capítulo “Los creyentes pensamos, que sin una apertura al Padre de todos, no habrá razones sólidas y estables para el llamado a la fraternidad. Estamos convencidos de que sólo con esta conciencia de hijos que no son huérfanos podemos vivir en paz entre nosotros” FT 272.
“ (…) los creyentes de las distintas religiones sabemos que hacer presente a Dios es un bien para nuestras sociedades. Buscar a Dios con corazón sincero, siempre que no lo empañemos con nuestros interese ideológicos o instrumentales, nos ayuda a reconocernos compañeros de camino, verdaderamente hermanos” (FT 273)
El texto bíblico que ilumina este capítulo y toda la Encíclica, nos sigue iluminando hoy, es la misma oración de Jesús por la humanidad
“Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:…(Jn 17,21)
Y el otro texto clave, al que volvemos otra vez, los discípulos piden a Jesús que les enseñe a orar, y Jesús le invita a dirigirse a Dios juntos como hijos: ” Padre Nuestro”. Avivar en nuestra conciencia la certeza de que tenemos un padre común, un padre de todos, si todos llamamos Padre, a un único ser, realmente todos somos hermanos.