Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación

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CHRISTUS VIVIT 23
CHRISTUS VIVIT 23

Las personas mayores tienen sabiduría acumulada, “al mirar atentamente la vida, saben de modo instintivo lo que hay detrás de los hilos enredados y reconocen lo que Dios hace creativamente aun con nuestros errores” (CV 198). Si tenemos experiencia de compartir la vida con ancianos, sabemos que es cierto. Descubrimos que tienen cierta intuición, que saben ver más allá, en lo que comunicamos, que nosotros mismos. Es genial compartir la vida con personas adultas, mayores, sabias…  porque te abren un horizonte ante ti, un horizonte profundo, inabarcable….

“Caminar juntos, jóvenes y ancianos, nos posibilita aprender de la historia y sanar heridas, alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas. Unidos, aprendemos unos de otros” (CV 199).

Las raíces son un punto de arraigo que nos permite desarrollarnos y responder a los nuevos desafíos, asumamos con realismo y amor nuestra cultura y llenémosla del Evangelio. Somos enviados HOY para anunciar la Buena noticia de Jesús. Hemos de amar nuestra hora con sus posibilidades y riesgos, con sus alegrías y dolores, con sus riquezas y sus límites, con sus aciertos y errores.

Los jóvenes no deberíais caer en el error de pensar que los adultos son un pasado que ya no cuenta, que caducó. Tampoco los adultos, deberíais pensar que sabéis siempre cómo deben comportarse los jóvenes.

¿Cuál es mi postura ante los jóvenes o los adultos?  ¿Cómo los considero?.

“La Iglesia es una canoa, en la cual los viejos ayudan a mantener la dirección interpretando la posición de las estrellas, y los jóvenes reman con fuerza imaginando lo que les espera más allá” (CV 201).

 

 

 

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CHRISTUS VIVIT 22
CHRISTUS VIVIT 22

CRISTO VIVE  “Una combinación maravillosa"

La convivencia intergeneracional hoy, resulta no pocas  veces difícil, en ocasiones imposible. Preguntémonos porqué, cuál es el obstáculo. Seamos valientes, descubramos la oportunidad que brindan el joven y el anciano. Son riqueza recíproca.

El Papa Francisco hace una consideración, en mi opinión muy acertada, “si los jóvenes y los viejos se abren al Espíritu Santo, ambos producen una combinación maravillosa” (CV 192). Ellos se complementan. Los ancianos pueden compartir, narrar, aportar los recuerdos construidos a lo largo de su vida, la experiencia de tanta vida, la sabiduría de los años. Los jóvenes, si conocen, si han escuchado esta vida, que es don, pueden mirar un horizonte abierto, que les ofrece caminos para andar  y proyectos para desarrollar.

“Todos hemos recibido,  antes de nacer, de parte de nuestros abuelos, la bendición de un sueño lleno de amor y de esperanza. Aunque, el primer sueño que precede y acompaña toda nuestra vida es el sueño de Dios. Es bueno recordar, pasar por el corazón, esta bendición extendida de generación en generación, tenemos  la responsabilidad de mantenerla viva y transmitirla también nosotros” (CV 194).

Hay una sabiduría transmitida de generación en generación, como decía en el artículo anterior, que no la podemos encontrar en las páginas web, en las redes sociales…, no puede encerrarse en el amplio mundo digital. La sabiduría que necesitamos para la vida  está en las narraciones de los ancianos, en la sabiduría acumulada de sus años. 

Vosotros jóvenes, ¿dedicáis tiempo a aprender de los ancianos? ¿Os sentáis al lado de vuestros abuelos, padres, personas mayores que son referentes… a escuchar los capítulos de su experiencia de vida?  Ellos enseñan más que internet y los libros.

A los mayores y adultos, el Papa Francisco encomienda “ser guardianes de la memoria” (CV 196). No os canséis “de enseñarles que se experimenta mayor alegría en dar que en recibir, y que el amor no se demuestra solo con palabras, sino también con obras.” (CV 197)

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CHRISTUS VIVIT 21
CHRISTUS VIVIT 21

CRISTO VIVE "Una sabiduría de generación en generación"

El Papa Francisco invita a los jóvenes a mantener la relación con los ancianos, esto es lo fundamental. Ellos aportan la experiencia y sabiduría de su vida. Prestemos atención al pasado, a nuestra historia pasada, gracias a ella somos cada uno, agradezcamos los dones transmitidos por nuestros padres y abuelos.
Descubrir la riqueza viva del pasado a los jóvenes, lo que hoy sigue vivo y es herencia, haciendo memoria y reflexionando para tomar decisiones y valorar posibilidades, les ayuda a crecer con unas raíces fuertes que alimentan y sostienen. Los cristianos tenemos la responsabilidad de transmitir la riqueza viva del pasado en la Iglesia, en nuestra diócesis, en nuestra parroquia...
Vosotros jóvenes, mantened la relación con los ancianos, dialogad con ellos, aprended y escuchad su experiencia “abiertos a una sabiduría que se comunica de generación en generación” (CV 190). Piensa un momento: ¿eres de los que vas por la vida pensando que todo lo de antes ya no sirve? ¿Eres capaz de escuchar y aprender de los mayores?
A los que vais por delante en el camino de la vida, hablad con los jóvenes, escuchad sus ilusiones y proyectos, compartid vuestra experiencia de vida y ayudadles a valorar y discernir lo mejor. ¿Creéis que los jóvenes pueden aportar algo a vuestra vida?  Ilusión, entusiasmo, vitalidad…
La relación entre jóvenes y ancianos ayuda a crear un futuro con raíces, con arraigo. “No sólo lo nuevo es bueno y bello” (CV 191).
Me gustaría, animaros a todos, pero, especialmente a vosotros jóvenes, a tener en cuenta las enseñanzas de los mayores, su experiencia vital, este es su legado más importante.
 
 
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CHRISTUS VIVIT 20
CHRISTUS VIVIT 20

CRISTO VIVE "Jóvenes con raíces"

Un árbol necesita tener raíces, a través de ellas absorbe el agua y sales minerales que le permiten tener una copa frondosa y dar fruto. Las raíces sostienen al árbol cuando llega el vendaval. Todos necesitamos “tener raíces fuertes que ayuden a estar bien sostenidos y agarrados a la tierra” (CV 179).
Hoy, se necesitan jóvenes con raíces, que conozcan la historia, que aprendan de la experiencia de los mayores, que valoren el pasado, con criterios, con capacidad de pensamiento crítico, con riqueza espiritual y humana… Responsabilidad de los mayores es ayudar a los jóvenes a crecer con raíces, a transmitirles la sabiduría adquirida en el camino de la vida.
A ti joven, el Papa te anima a descubrir que “hay una belleza en el trabajador que vuelve a casa, sucio del trabajo, en la esposa anciana que cuida de su marido enfermo, en la fidelidad de las parejas que se aman en el otoño de la vida, en cada hombre y mujer que vive con amor su vocación. Descubrir, mostrar y resaltar esta belleza, que se parece a la de Cristo en la cruz, es poner los cimientos de la verdadera solidaridad social y de la cultura del encuentro” (CV 183).
“Hoy se promueve una espiritualidad sin Dios, una afectividad sin comunidad y sin compromiso con los que sufren, un miedo a los pobres vistos como seres peligrosos, y una serie de ofertas que pretenden hacerles creer en un futuro paradisíaco … esto sólo les convertirá en esclavos”. (CV 184).
Si queremos que los jóvenes no pierdan los valores de su identidad, la Iglesia debe acompañarlos.
A vosotros jóvenes, el Papa os llama a “haceros cargo de vuestras raíces, porque de ellas viene la fuerza que os va hacer crecer, florecer y fructificar” (CV 186).
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CHRISTUS VIVIT 19
CHRISTUS VIVIT 19

CRISTO VIVE "Instrumentos de paz y esperanza."

“Los jóvenes, enamorados de Cristo, están llamados a dar testimonio del Evangelio con su propia vida, a ser luz. El Evangelio más que una lección es un ejemplo”. (CV 175) Dar testimonio no quiere decir silencio, es decisiva una coherencia entre lo que se dice y se vive, sólo así podemos anunciar el Evangelio, la Buena Noticia.  Sólo así transmitiremos el Mensaje, sólo así seremos creíbles.
El Papa Francisco, en la exhortación, anima a hablar a los demás de Jesús, a compartir nuestra experiencia con Él, el bien que nos hace dialogar con Él y meditar sus palabras.  ¿Cómo nos sentimos ante esta invitación? ¿Compartimos nuestra fe con los demás? ¿Hablamos de lo que significa Jesús en nuestra vida? Os anima a vosotros jóvenes, y a todos, a “ser capaces de ir contracorriente y compartir a Jesús, comunicar la fe que Él nos regaló” (CV176).
¿A dónde nos envía Jesús? Él nos envía a todos, a llevar el Evangelio a todos. “No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, a quien parece más lejano, más indiferente” (CV 177). Hablemos con el Señor, preguntémosle sin miedo, ¿a quién nos envías?  ¿A quién quieres que le anunciemos tu Palabra, tu Amor?  Pongamos nombre, personas concretas de nuestro entorno, de las que conocemos.
El Señor os quiere, a vosotros jóvenes, instrumentos para derramar su luz y su esperanza, quiere contar con vuestra valentía, frescura y entusiasmo.  Ser instrumento supone dejarse en manos de Otro, disponibilidad constante, dejarse utilizar y llevar. “No esperen mañana para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su creatividad” (CV 178).
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CHRISTUS VIVIT 16
CHRISTUS VIVIT 16

CRISTO VIVE "Mantén la conexión"

El Papa Francisco habla de crecimiento y maduración, invita a los jóvenes “a mantener activa la conexión con Jesús, estar con línea con Él porque esto hace fuertes los corazones” (CV 158). 
Mantener nuestra conexión con Jesús es dialogar con Él, contarle tus cosas, escucharlo, preguntarle qué haría Él en nuestra situación. Preguntémonos: ¿Cómo vivo la conexión con Dios? ¿Cuántos minutos me conecto con Él? ¿Tengo buena cobertura?
El Papa valora el crecimiento espiritual, esto “no significa perder la espontaneidad, la frescura, el entusiasmo, la ternura. Hacerse adulto no comporta dejar de lado los valores de la juventud, no se trata de cambiar de valores, sino más bien de ir acumulando, ir sumando, cada etapa encierra un valor que no debe pasar” (CV 160).
Sentirse atraído por lo infinito que se abre y comienza, es propio del joven, pero es durante la vida adulta que esta atracción madura y crece. No son incompatibles la madurez y la atracción, el fuego que se renueva, con un corazón siempre joven.
Crecer es conservar y alimentar las cosas más preciosas que te regala la juventud y purificar lo que no es bueno, recibir nuevos dones de Dios. “Déjate amar por Dios, Él te ama como eres, te valora y respeta, y te ofrece más y más” (CV 161).
El Papa Francisco nos invita una vez más a la santidad, recuerda a cada uno que, copiando a otros, uno no será santo. “Tú tienes que descubrir quién eres y desarrollar tu forma propia de ser santo. Llegar a ser santo es llegar a ser más plenamente tú mismo, a ser ese que Dios quiso soñar y crear, no una fotocopia. Tu vida debe dejar esa marca única que solo tú podrás dejar. Si copias, privarás a esta tierra, de eso único que nadie más que tú puede ofrecer” (CV162).
Ahora que empezamos un año, conectémonos con Dios, y preguntémosle ¿Cómo quiere que seamos santos? ¿Cómo podemos serlo en este 2020? ¡Feliz Año a todos!
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