FT Nº 99. “El amor que se extiende más allá de las fronteras tiene en su base lo que llamamos “amistad social” en cada ciudad o en cada país. Cuando es genuina, esta amistad social dentro de una sociedad es una condición de posibilidad de una verdadera apertura universal. No se trata de un falso universalismo (…)
El Papa Francisco en este nº de la Exhortación, nos invita a romper fronteras en nuestras relaciones, a salir de nuestros pequeños círculos, trascender para llegar a lo que llama “amistad social”, posibilidad de entendernos siendo diferentes, aunque partiendo de valores y objetivos comunes: Respeto, tolerancia, diálogo y deseo de acordar, son los valores más importantes para la convivencia social y humana.
El Papa Francisco nos dice:
“Cada día se nos ofrece una nueva oportunidad, una etapa nueva. No tenemos que esperar todo de los que gobiernan, sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos… Seamos parte activa (…) Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia fraterna, de ser otros buenos samaritanos” (FT n. 77) “Busquemos a otros y hagámonos cargo de la realidad que nos corresponde, sin miedo al dolor o la impotencia” (FT n.78)
FT Nº 98 “Quiero recordar a esos “exiliados ocultos” que son tratados como cuerpos extraños en la sociedad. Muchas personas con discapacidad “sienten que existen sin pertenecer y sin participar”. Hay todavía mucho “que les impide tener una ciudadanía plena”. El objetivo no es sólo cuidarlos, sino “que participen activamente en la comunidad civil y eclesial. Es un camino exigente y también fatigoso, que contribuirá cada vez más a la formación de conciencias capaces de reconocer a cada individuo como una persona única e irrepetible”
El Papa Francisco marca como un eje vertebral en FT. el reconocimiento de la dignidad de la persona en todas sus dimensiones, esa persona que es mi hermano, nuestro hermano… y nos hablará en distintos números de la “Cultura del descarte”, del peligro de descartar a esas personas que no tienen voz, por tantas razones…
FT 92-94
“La altura espiritual de una vida humana está marcada por el amor, que es el criterio para la decisión definitiva sobre la valoración positiva o negativa de una vida humana” (…) Todos los creyentes necesitamos reconocer esto: lo primero es el amor, lo que nunca debe estar en riesgo es el amor, el mayor peligro es no amar”
Si queremos tomarnos el pulso de nuestra calidad espiritual, tendremos que medir el amor; el amor que sentimos hacia los demás, el amor que ponemos en los gestos, en los actos, en la mirada, en la palabra, el amor es lo que da sentido a todo lo que somos y hacemos “Si no tengo amor, no soy nada” dirá San Pablo (1Cor 13, 1-13), el amor es “comprensivo, es servicial, todo lo tolera, no tiene envidia, no se engríe…”