FT 140 “Quien no vive la gratuidad fraterna convierte su existencia en un comercio ansioso, está siempre midiendo lo que da y lo que recibe a cambio. Dios, en cambio, da gratis, hasta el punto de que ayuda aún a los que no son fieles, y “hace salir el sol sobre malos y buenos” (Mt 5,45). Por algo Jesús recomienda: “Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha, para que tu limosna quede en secreto”, (Mt 6,3-4). Hemos recibido la vida gratis, no hemos pagado por ella. Entonces todos podemos dar sin esperar algo, hacer el bien sin exigirle tanto a esa persona que uno ayuda. Es lo que Jesús decía a sus discípulos: “Lo que han recibido gratis, entréguenlo también gratis” (Mt 10,8)
FT Nº 106 “Hay un conocimiento básico, esencial para caminar hacia la amistad social y la fraternidad universal: percibir cuánto vale un ser humano, cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia. Si cada uno vale tanto, hay que decir con claridad y firmeza que “el sólo hecho de haber nacido en un lugar con menos recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad (…)”
Seguimos viendo en el Papa Francisco su gran preocupación por hacernos comprender que “todos somos hermanos” y estamos llamados a entendernos y tratarnos con “un amor universal que promueve a las personas”