Después de presentar, panorámicamente, los cuadros de virtudes más representativos, expuestos por expertos y teóricos de la ética del cuidar, proponemos, a continuación, una pequeña muestra de las virtudes que, a nuestro parecer, debería tener presentes un buen cuidador.
Este cuadro, que recoge elementos de las propuestas anteriores e ideas nuevas, incluye las siguientes cualidades: la benevolencia, el respeto, la confidencialidad, la veracidad, la responsabilidad, la gratitud, la humanidad, la excelencia, la honestidad y la humildad.