11 Agosto 2017
“Si no fuera Hermana de la Consolación me haría ahora mismo!!!”
Desde que salió la sección “La alegría de ser consolación” en nuestra web siempre he pensado que ha sido una gran idea; primero para conocernos y “vernos las caras” y luego, para irradiar y compartir la fuente de donde esta alegría nace.
Los que me conocéis me habéis oído exclamar muchas veces “Si no fuera Hermana de la Consolación me haría ahora mismo!!!”
Entré en esta gran familia cuando tenía 6 años. Estudié toda mi educación primaria y secundaria en el colegio de Madrid. Allí aprendí no sólo contenidos académicos sino una manera de ver, pensar y soñar que me ha dado identidad y sentido.
Dios iba ocupando más y más el centro de mi interés, de mi afecto, de mi proyección. Su Presencia y su Llamada desencadenó en mí una vivencia que Mª Rosa Molas explicó muy bien “No poder dejar el suave ejercicio de caminar en su Presencia” y en 1981 tomé la decisión de entrar en la congregación de Hermanas de Ntra. Sra. de la Consolación.
Desde 1988 estoy en Asia viviendo y compartiendo la alegría de ser consolación y teniendo la gran suerte de acompañar a jóvenes en su discernimiento vocacional y en su proceso de formación. Me conmuevo profundamente cada vez que soy testigo de cómo la consolación de Dios, o el Dios-de-todo-consuelo sigue llenando la vida de muchas personas.
Sólo Dios llena el alma…y la llena toda…
Ésta es la fuente de mi alegría, una alegría que me consuela y me hace Misionera de la Consolación de Dios.
¡¡¡Si no fuera Hermana de la Consolación me haría ahora mismo!!!
Ana Mª Perea
